Todos sabemos que la pala es la herramienta básica para jugar al pádel. Después, el complemento igualmente imprescindible son las bolas. Sin pala y sin bolas sería imposible jugar. No habría partido. Pero el pádel abarca muchos más accesorios.

La mayoría de jugadores, cuando se inician en el deporte de las cuatro paredes, desconocen la existencia de estos complementos y poco a poco van descubriendo su importancia a la hora de afrontar los partidos.

Vamos a presentaros los más importantes:

  • Bolas de padel: ya lo hemos comentado. Es el accesorio más importante. Son las grandes protagonistas. Modelos hay muchos: Wilson, Dunlop, Head y Bullpadel fabrican las mejores y las más conocidas. Sin embargo, sobre todo si nuestro nivel es de iniciación, no será necesario adquirir las más caras. Todas ellas cuentan con grandes prestaciones aunque algunas –las más baratas, habitualmente- se desgastarán mucho antes. Pero, al final, todas cumplen con los requisitos imprescindibles para poder jugar un partido en condiciones.
  • Zapatillas: últimamente están cobrando cada vez más importancia. Los mejores jugadores del mundo no dudan en calzarse unas buenas zapatillas de pádel, porque conocen perfectamente las ventajas que llevan consigo. Primero nos ofrecerán el agarre adecuado, también sentiremos un pleno confort dentro de la pista con ellas y, por último, nos ayudarán a prevenir lesiones. Fundamentales.
  • Overgrips: al principio es uno de los grandes desconocidos. Pero su utilidad está fuera de toda duda. Es la herramienta que nos proporciona la sujeción a la pala y la comodidad en el agarre. Su principal misión es, por tanto, adecuar el grosor del puño a nuestra mano. Así, con una empuñadura adecuada, conseguiremos sujetar con firmeza la pala sin necesidad de agarrar tanto el puño. Como sucede con las pelotas, la gama disponible es bastante amplia: los hay en diferentes colores, tamaños, texturas…
  • Protectores de padel: aunque a simple vista parezca un complemento sin importancia, lo cierto es que tienen más utilidad de lo que puede parecer. Un buen protector multiplicará la durabilidad de la pala, pues permitirá que ésta sea más resistente a golpes o rozaduras con la pared o el suelo. Una recomendación: es preferible utilizar protectores desechables para que, cuando se rompan, podamos sustituirlo por uno
  • Muñequeras: otro elemento que a priori puede pasar desapercibido. Pero su función es doble: primero nos ayudarán a secar el sudor de la frente –especialmente en los partidos de verano- y también ofrecen protección a nuestra muñeca.
  • Gripping gel: es un producto creado con magnesio líquido con un objetivo claro: que la pala no se resbale de nuestras manos. Es muy sencillo de aplicar, solo hay que echar una pequeña cantidad en una de nuestras manos y, a continuación, frotar las dos para extenderlo de manera uniforme. Ideal para partidos con altas temperaturas.
  • Paleteros: todo jugador de pádel debería tener uno. Es el complemento necesario para transportar todos los accesorios que hemos comentado –además de la pala-, además de la ropa con la que luego nos cambiaremos. Los hay de diferentes tamaños. Algunos cuentan con hasta cinco o seis bolsillos, pero lo habitual es que tenga, como mínimo, tres: uno lateral para la pala, otro central para zapatillas y/o ropa, y un tercero para los accesorios más pequeños.